Lenguaje e identidad

La feminización necesaria del lenguaje

¿Qué utilizar? El binomio género gramatical inclusivo-exclusivo, la feminización, el género neutro,  la @, la X, la E, el desdoblamiento, los/as, les… 

Al proponerme responder a esta pregunta, lo primero que pensé fue en documentarme sobre reglas, directrices de académicos, opiniones de prestigiosos lingüistas y planteamientos teóricos e históricos reivindicativos de organizaciones feministas. Para qué repetirlo, en la red podemos encontrar sesudos planteamientos defensores y detractores, todos muy bien argumentados. 

Caí en la cuenta de que mi búsqueda se estaba centrando en la lógica, en razonamientos técnicos desde un marco teórico, eché de menos algo esencial, y entonces me pregunté qué es lo que siento. Qué he sentido durante toda mi vida al escuchar «nosotros, vosotros». Y qué he sentido cuando he escuchado «nosotras, vosotras». Probad. El sentimiento es totalmente diferente. Con el masculino puedo estar incluida, o no, me lo dice el razonamiento del lenguaje, lo aprendido, y aprehendido; pero en el femenino sé que lo estoy, percibo que lo estoy. Me siento incluida, nombrada. Me nombran, ¿luego existo? 

Como curiosidad, parece ser que la mitad de las lenguas habladas tienen género gramatical femenino y masculino, pero un importante grupo tienen también un género neutro, así como varias carecen de él. El género gramatical puede basarse en el sexo, pero no necesariamente. En algunas reservan el género para nombres relacionados con el movimiento, en otras, como el sumerio, se basan en la distinción entre lo humano y lo no humano, mientras que en otras depende de si se trata de un objeto animado o inanimado. El supyire posee cinco géneros, las lenguas bantúes distinguen hasta diez géneros, la australiana ngan’gityemerri alcanza quince diferentes.

Distinguir el género gramatical, el género como constructo sociocultural y el sexo biológico, y hablar de identidad es un reto individual, pero sobre todo colectivo.

Por una razón de justicia histórica las mujeres de hoy reclamamos sentirnos nombradas, incluidas en la narrativa. Pero esto no se queda aquí, y va más allá. Las no-mujeres, los no-hombres, identidades no binarias de género también reclaman ser nombradas. 

Tenemos diversas maneras de reclamarlo, y muy creativas, unas quizás más acertadas que otras, pero todas ponen de manifiesto la necesidad de rescatar de los márgenes tantas identidades silenciadas. Y las queremos en primera línea, de forma predominante, seguramente para compensar el sesgo del androcentrismo de siglos. Discriminación positiva, justicia social, corrección histórica, llámenlo como quieran.

En El prisma del lenguaje, afirma Guy Deutscher que «hay sólidos indicios de que los sistemas de género gramatical pueden ejercer un poderoso control sobre las asociaciones mentales de los hablantes».(1) Y, por eso, hay quien quiere cambiarlo. Y, por lo mismo, hay quien no quiere.

«La forma masculina tiene prioridad sobre la femenina porque es más noble».(2) Desde estas palabras de Vaugelas, gramático y académico francés del siglo XVII, hasta hoy, el lenguaje rico, diverso y vivo refleja una realidad en continuo cambio. Cualquier inmersión en el tema nos dirá que hay una creciente necesidad de reivindicar ser nombrada en función del género o del no-género. Un proceso de revisión por las identidades que gritan —a los cuatro vientos, por fin—que existen y que exigen ser nombradas. 

Se elija la forma que se elija, la feminización del lenguaje es un proceso ya iniciado e imparable. El lenguaje inclusivo, también. Lo que el lenguaje es —y podrá llegar a ser— estará en función de la voluntad de sus hablantes, de su fuerza transformadora. Esta constituye tal vez su única norma, mejor dicho, su única no-norma. 


(1) Deutscher, Guy. El prisma del lenguaje. Cómo coloreamos el mundo. Trad. Manuel Talens. Barcelona. Ariel, 2011. 334 pp. https://www.todostuslibros.com/libros/el-prisma-del-lenguaje_978-84-344-6969-3

(2) Amnistía Internacional: ¿Qué hay detrás de una palabra? (1998)

© del texto y fotografía, Sol Moracho (CC-BY-NC-SA)
© del blog, LíbereLetras, Asociación Líbere, educación y desarrollo (CC-BY-NC-SA)

4 thoughts on “Lenguaje e identidad

  1. Gracias por el artículo. Muy interesante…»lo que no se nombra no existe» por ello utilizar el «nosotras» significa mucho, y como expones, al utilizarlo sentimos que estamos incluidas.
    Interesante los géneros en diferentes lenguas…da para reflexionar…

  2. Hola,
    Me gusta el artículo, el texto muy elaborado, refleja en pocas líneas el pensamiento de la autora.

  3. Interesante exposición y análisis de un tema tan actual, espero y deseo que no se olvide y como bien dices, seamos los hablantes los que con nuestra insistencia, tratemos de normalizarlo, a pesar de aquellos que intentan continuar con el lenguaje machista.

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